Redes de mujeres de Santa Bárbara promueven, defienden y exigen sus derechos ante instancias municipales y departamentales – HONDURAS
Entidades con las que compartimos el proyecto en Honduras:
-Centro de Derechos de Mujeres (CDM)
-Red Departamental de mujeres de Santa Bárbara.
-Movimiento Ambientalista Santabarbarense.
-Regional de Salud de Santa Bárbara.
Duración: 24 mesos
Fechass: 2022–2024
Localización: Departamento de Santa Bárbara, Honduras
Financiadores: AECID – Agencia Española de Cooperación al Desarrollo
Líneas estratégicas: Feminismos Diversos, Defensa del Cuerpo-Territorio.
Contacto para más información: lola@suds.cat
Fuente fotografías: CDM
Descripción del proyecto:
El proyecto tiene como estrategia principal fortalecer las capacidades y liderazgo de mujeres y sus organizaciones para mejorar su participación e incidencia en la construcción y seguimiento de marcos legales e institucionales en Honduras que garanticen el respeto y ejercicio de los derechos de las mujeres. Una de las principales vulneraciones de derechos humanos en Honduras es la violencia de género, con índices extremadamente altos: según el Comisionado de DDHH de Honduras, una mujer es asesinada cada 23 horas, y es el segundo país de América Latina con mayores índices de violencia sexual y embarazo de menores.
Por ello, trabajar para erradicar la violencia de género y la vulneración de derechos de las mujeres comporta, por un lado, establecer marcos legales e institucionales que aborden la violencia de forma integral, desde la prevención, sensibilización, educación, atención y reparación y, por otro lado, contar con una sociedad civil consolidada, participativa, organizada, fortalecida, que monitoree las políticas públicas relativas a la equidad e igualdad de género, defienda derechos, denuncie discriminaciones y promueva acciones para avanzar hacia sociedades más justas e igualitarias.
Contexto de intervención:
Honduras es el país más violento de Centroamérica y el tercero de Latinoamérica y Caribe, tiene la tasa más alta de femicidios en América Latina. Los niveles de pobreza y desigualdad han aumentado en la última década, siendo uno de los países más pobres y desiguales del hemisferio occidental: el 25,2% de la población vive en pobreza extrema y casi la mitad (4,4 millones de personas) vive en pobreza.
Como consecuencia de esta desigualdad estructural y de género, las mujeres frecuentemente no acceden a salud y educación de calidad, empleos dignos, no tienen control sobre su sexualidad y sus cuerpos, presentan una reducida participación política y asociativa y, en general, no gozan de gran parte de sus derechos. Si bien esta es una realidad que afecta a todas las mujeres del país -de los 2.207.992 hogares el 33,5% tienen como jefa de hogar a una mujer- se agudiza en las zonas rurales, donde hay mayores índices de pobreza, menor presencia estatal, mayores niveles de analfabetismo y conservadurismo, que se expresa en fundamentalismo religioso y tradicionalismo político.
Al mismo tiempo, se ha incrementado la conflictividad socio ambiental derivada de los proyectos extractivos impulsados desde el golpe de Estado de 2009, conflictos que se han agudizado, por mayor presencia de narcotráfico, nuevas rutas de trasiego de drogas y mayores niveles de impunidad.
Ante esta situación, las mujeres hondureñas y el movimiento feminista se movilizan, denuncian y articulan para evidenciar las violaciones de derechos humanos, ambientales y de las mujeres, buscando soluciones con propuestas de cambios. Las redes municipales de mujeres del Departamento de Santa Bárbara son muy activas, no solo como promotoras y defensoras de los derechos de las mujeres, sino que son también actores clave en la lucha por la defensa del territorio y aliadas de las organizaciones ambientales.
Por ello, CDM y SUDS apostamos por el fortalecimiento de los liderazgos de las mujeres que integran las redes municipales, así como por su fortalecimiento organizativo, de gestión e incidencia frente a los gobiernos locales y las autoridades departamentales y estatales.
Transformación social perseguida:
Desmontar los imaginarios sociales y la cultura patriarcal que sustentan las violencias de género.